La presencia económica de China en Argentina es cada vez más sostenida. Abundan los análisis e informes al respecto. La posición austral del país es un condimento geopolítico muy apetitoso para una potencia que intenta acrecentar su poder global a partir del avance de su infraestructura logística comercial.
Estados Unidos, a partir de la designación del carismático y mediático embajador en Buenos Aires Marc Stanley, ha procurado tallar de forma más decidida en la conversación pública para alertar sobre sobre la presencia de los intereses de Beijing en el Cono Sur. En mayo, durante un encuentro de Stanley con sus pares diplomáticos argentinos en Washington, la misión diplomática gringa en la capital argentina realizó una despectiva caracterización de la política comercial china con América Latina: “Si el Partido Comunista decide que hay que acelerar la presencia en algún país, inmediatamente se liberan los fondos y la negociación puede avanzar mucho más rápido de lo que sucede con el resto del mundo occidental”.
La disputa bi-imperialista en Argentina ha cobrado otra dimensión más acuciante en el último mes, ya que ambas potencias lidian por ganar una importante compulsa en la provisión de equipamiento militar. Cuenta el periodista Mariano de Vedia en el diario La Nación que: “Las negociaciones por la compra de los 12 aviones caza chinos, desarrollados junto con Paquistán, aún no están definidas, aunque sectores castrenses dejaron trascender que no sería la única operación: se mantiene el interés del ministro de Defensa, Jorge Taiana, por la posibilidad de adquirir unos 40 vehículos blindados 8×8 para el Ejército”.
El artículo explicita además que: “En la pulseada por la compra de aviones militares, el gobierno de Joe Biden espera que el presidente Alberto Fernández se decida finalmente por un bloque de 18 aviones F-16 norteamericanos, con procedencia de Dinamarca, para equipar a la Fuerza Aérea. En este caso, habría que superar las limitaciones que impone el veto británico, un obstáculo que encuentra la Argentina para el acceso a repuestos y otros servicios, después de la guerra de Malvinas, para acordar la incorporación de material militar con componentes del Reino Unido”.
Fuentes: diario argentino La Nación y portal argentino TN
*Este artículo fue publicado originalmente en el newsletter informativo sobre América Latina elaborado por el Programa de Integración Regional y Financiamiento para el Desarrollo de Fundación SES (Mayo – 2023). Acá se puede leer la entrega completa.